Con esta entrada cierro el tema de nuestra escapada por Baviera
que comenzamos aquí.
¿Dónde alojarse en Munich?
Nosotros nos quedamos en el Tryp Munchen City Center, por
unos 130€ la noche. Si vuelvo, buscaría otro hotel. Nos dieron una habitación
que estaba en la planta baja, pero para llegar hasta ella había que subir a la
primera planta, atravesar todo el pasillo hasta la otra punta del hotel, bajar
unas escaleras hasta el sótano, volver a subir otras escaleras y recorrer otro
pasillo. Un aplauso para el responsable de esa distribución. El wifi era
gratis, PERO. En recepción te daban un ticket con el usuario y la password, que
sólo tenía validez de un día y para un dispositivo, y además limitado a
50mb. Así que toooooooodos los días había que pasar por recepción para pedir los
malditos tickets para el buaifai, y
andar con cuidado de no pasarse del límite o nos quedábamos a dos velas hasta
el día siguiente. Como nuestra habitación estaba inspirada en el bunker de
Hitler, la señal tampoco llegaba en condiciones. El baño era bastante grande,
por eso aún no logro comprender por qué la ducha era un simple sumidero en
el suelo, ¡así, sin más! Así que cada vez que nos duchábamos medio baño se
llenaba de agua, total, a ducharse con chanclas. Por si esto fuera poco,
decidieron cambiar los colchones de todo el hotel en esos días, así que cada
vez que recorríamos los pasillos teníamos que ir esquivando colchones viejos o
nuevos, sufriendo un olor a chotuno que no sabíamos de dónde salía. Todos los
días ¡¡a las nueve de la mañana!! pasaba un tipo llamando a las puertas al
grito de “¡minibaaaar!”. Mira que madrugábamos para aprovechar bien el día,
pero hombre por dios, que no son horas. El día antes de irnos estábamos tan
cansados que a medio día pasamos por el hotel para dormir un poco. No habíamos
cerrado el ojo cuando aporrean la puerta y se meten pa’dentro, a cambiarnos
el colchón. Fue así como descubrimos que el origen del olor a choto estaba
en los operarios que hacían estos cambios. Pero vamos, por todo lo demás, el
hotel bien.
¿Qué visitar en Munich?
Munich tiene mucho que ver: numerosos museos como el de
BMW, el Deutsches Museum (de ciencia y tecnología), varias pinacotecas, el
museo de la ciudad, el museo del juguete… Tiene también amplias zonas verdes,
el parque de los juegos olímpicos del 72, palacios urbanos como la Residenz…
sitios para todos los gustos. Los que yo elegiría como imprescindibles son los
siguientes:
- La zona centro, alrededor de la Marienplatz
Nuevo Ayuntamiento, interior y carrillón |
gente paseando. El edificio del Nuevo Ayuntamiento es digno de ver, tanto por fuera como por dentro (gratis). Además tiene un carrillón muy chulo.
Cerca de la plaza se encuentra la
Catedral de Munich, que guarda en su interior la “Pisada del Diablo”. Cuenta la
leyenda que el constructor hizo un pacto con el diablo para conseguir sus
favores a cambio de construir una iglesia sin ventanas. Cuando terminó la obra,
hizo pasar al maligno hasta un punto desde el cual las columnas no dejan ver
las ventanas, cuando el diablo dio un paso hacia adelante y se dio cuenta del
engaño se enfadó tanto que su huella quedó grabada en el suelo.
También cerca de la plaza pero en
la otra dirección se encuentra el Viktualienmarkt, un mercadillo al aire libre
con comida, bebida y algún que otro souvenir.
- El jardín inglés (Englischer Garten)
Pagoda en el Englischer Garten |
- Palacio de Nymphenburg
Es un palacio de estilo barroco
que está dentro de la propia ciudad, para mí su verdadero encanto está en el
parque que lo rodea, con fuentes, lagos, una cascada… el jardín botánico
también está dentro. Muy chulo si te gustan más los paisajes que los edificios.
¿Dónde comer en Munich?
Hoy en día puedes comer casi cualquier cosa allá donde vayas, vamos, que si no te interesa la comida local tienes sandwiches o fast-food para salir del paso. Pero en este caso, la comida local está muy buena, así que prepárate para salir rodando.- Cervecería Hofbräuhaus
Una de las cervecerías más
famosas de Munich, hay que ir aunque sólo sea a echar un vistazo, pero lo mejor
es atreverse y quedarse a comer. Y digo atreverse porque el ambiente puede superarte
la primera vez: los enormes salones se organizan en mesas largas para ocho o
más personas, todas abarrotadas, con banda de música allí mismo y camareros que
van y vienen cargados con jarras de cerveza. Busca un hueco y pídete una
cerveza de la casa, codillo, salchichas con ensalada de patata y una cesta de
pan. Comida deliciosa y ambiente muy peculiar.
- Cervecería Augustiner
La más antigua de la ciudad que
aún se mantiene. Mucho más tranquila que Hofbräuhaus, el trato agradable (no sé
si fue suerte o si todos serán así) y la comida muy rica. Nos gustó tanto que
fuimos dos veces.
¿Qué se puede visitar cerca de Munich?
Como ya comentamos aquí, el Bayern-Ticket te permite
recorrer gran parte de la zona por un precio asequible, las excursiones que yo
he hecho han sido:
- Castillo de Neuschwanstein
Todos los detalles aquí ;-)
- Salzburgo
En dos horas puedes llegar a
Salzburgo, en Austria. Con un día te da para pasear por los jardines de
Mirabell, recorrer la zona centro, pasear por su calle comercial más conocida,
Getreidegasse, que mantiene la decoración original de las tiendas, y subir a
conocer su Fortaleza. También merece la pena la visita a alguna de sus
cafeterías para probar un trozo de tarta con un café, mmm!!!. De esta zona son típicas
las Mozartkugeln (literalmente, bolas de Mozart), unos bombones
de mazapán de pistacho deliciosos. Son tan conocidos que también se pueden
encontrar en el aeropuerto de Munich.
¿Qué comprar en Munich?
Artesanía, galletas de jenjibre y mariquitas cachondas |
Entre mis dos visitas a Munich me traje unas mariquitas de
chocolate súper monas con sus patitas y todo, unas cuantas postales, una
galleta de jengibre, un osito de peluche vestido de bávaro para mi sobri (♥), varias
cajas de bolas de Mozart y un par de sombreros tiroleses, con su pluma y todo,
que tengo intención de usar este invierno (luego ya veremos…).
En resumen… ¡¡Munich merece mucho la pena!!
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